miércoles, 19 de diciembre de 2007

Goce

Revolotea en mi vientre
El líquido que nos ata
Cierro los ojos
Para requebrarme en la cueva húmeda…
En el mutismo de la prohibición
Se deslizan los gemidos por las escaleras
Gravitan los cuerpos
Por el sótano sin luz
En el espacio censurado

La carne fecunda el goce

Y respira libertad por una hora y media

Mientras que las palabras
Trituran nuestros miembros
Cada vez que nos leemos
Con la mirada.

Dennís Safá Naflí